El cambio climático es parcialmente responsable del aumento constante en el número de personas afectadas por los desastres relacionados con el agua —cifra que ya oscilaba entre los 100 y los 200 millones de personas al año—, en especial en las zonas urbanas. Es esencial tomar medidas y comunicar en forma transparente nuestros planes para reducir el impacto del desastre. Sin transparencia, o cuando la acción topa con el obstáculo de la corrupción, la confianza se resiente. Cada catástrofe es un recordatorio costoso y temible de que no se ha actuado como se debía.
LA INTEGRIDAD DEL AGUA Y LA ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO VAN DE LA MANO
“Los efectos del cambio climático se hacen sentir principalmente a través de los desastres relacionados con el agua”, confirmó Peter Glas, director de la Iniciativa de Gobernanza del Agua de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en la cumbre de Futuros de Adaptación de 2016, celebrada en Rotterdam. En el marco de una sesión dedicada al fomento de la confianza y a la participación activa en pos de la adaptación al cambio climático y la reducción del riesgo de desastres, continuó: “Sin una buena gobernanza del agua, no es posible concretar una gestión integrada del agua ni una adaptación al cambio climático. Por este motivo, la buena gobernanza del agua es clave para desarrollar resiliencia, y se le debe dar prioridad”.
Además, la integridad del agua, la confianza y la participación activa son esenciales para una buena gobernanza del agua. Las formas en que los países actúan para promover una mayor integridad —por ejemplo, aplicando los principios sobre gobernanza del agua de la OCDE— ofrecen lecciones importantes para nuestra red de profesionales en materia de integridad del agua.
EN LA PRÁCTICA, SE LOGRA UNA DIFERENCIA EFECTIVA GRACIAS A LA COMUNICACIÓN Y LA PARTICIPACIÓN ACTIVA DE MÚLTIPLES PARTES INTERESADAS
“Las inversiones [para la adaptación al cambio climático] suman cientos de miles de millones de dólares. La mayoría de ellas se vincula con el agua. La confianza y la participación activa son factores clave si deseamos dar un uso eficaz, eficiente y equitativo a estas sumas de dinero”.
Peter Glas, presidente de la Iniciativa de Gobernanza del Agua de la OCDE, en la cumbre de Futuros de Adaptación de 2016, celebrada en Rotterdam en mayo de 2016
En la cumbre examinamos ejemplos de programas de gobernanza del agua adaptativos y reformas de diversos países. Los participantes reconocieron que puede ser difícil reunir a todas las partes interesadas en torno a una misma mesa en el momento apropiado. El tiempo y los presupuestos suelen ser limitados, y es posible que se considere que la participación activa tiene un costo alto. No obstante, todos coincidieron en destacar, como condición para el éxito, una participación activa real de múltiples partes interesadas. Necesitamos un cambio de actitud respecto de la participación activa. Debemos lograr que se tengan siempre en cuenta las opciones locales y las perspectivas de los ciudadanos, pese a los desafíos que esto implica.
Por ejemplo, la participación activa de múltiples partes interesadas contribuyó a generar estrategias efectivas para la adaptación al cambio climático y para lograr resiliencia mediante programas de gestión de inundaciones en los que participó la Alianza Mundial por el Agua (GWP, por Global Water Partnership), en zonas urbanas de Namibia, Indonesia, Malasia y el Pakistán.
Puede ser eficaz adoptar una combinación de enfoques ascendentes y descendentes. Es preciso definir las funciones y responsabilidades. Se debe centralizar y compartir la información. Los participantes acordaron que la confianza se construye más que nada mediante una comunicación transparente.
En Sudáfrica, las autoridades están creando organismos de gestión de cuencas, que tienen la ventaja de involucrar más fácilmente a las comunidades locales en los procesos de toma de decisiones. Estos organismos, además, propician una rendición de cuentas más clara separando las funciones de formulación de políticas, regulación y aplicación.
En Etiopía, el programa GOWIN se propone incluir la integridad del agua como un componente estructural del desarrollo del sector. El programa impulsa la creación de un proceso nacional de diálogo sobre la gobernanza del agua. Fomenta la comunicación y la puesta en común de conocimientos sobre el tema de la integridad del agua, y apoya a los proveedores de agua locales para que encaren procesos de cambio en favor de la integridad en sus organizaciones.
Un grupo de instituciones de distintos niveles pertenecientes al sector del agua de los Países Bajos está elaborando un Programa Nacional de Protección contra Inundaciones, regido por los principios de la OCDE sobre la gobernanza del agua. Ya se han llevado a cabo campañas de participación activa y sensibilización con resultados positivos. En adelante se evaluará detenidamente la forma en que el programa refleja los principios de la OCDE, utilizando una metodología que se encuentra en etapa de desarrollo.
Este tipo de evaluación constituye una herramienta importante para subsanar una de las deficiencias que hemos visto en muchos casos de países donde se han implementado reformas al sector del agua. A menudo, no se hace un seguimiento de las buenas prácticas, o no se hace un examen de su sostenibilidad. La información es incompleta y el seguimiento de los resultados resulta difícil. Es preciso reforzar el monitoreo. La Iniciativa de Gobernanza del Agua de la OCDE propugna, a largo plazo, la definición de indicadores y la compilación de un mayor número de buenas prácticas. WIN seguirá tomando parte en estas innovaciones y aprendiendo de ellas.